Gritos de jubilación anticipada para PS4 y Xbox One. Esto es, en resumidas cuentas, lo que venimos oyendo durante los últimos meses a nada que hayamos atendido a toda esa oleada de rumores apuntando en la misma dirección: tanto Sony como Microsoft estarían preparando el anuncio inminente de nuevas versiones de sus actuales consolas, sólo que, a diferencia de lo hecho en ciclos anteriores (sacar un modelo ‘slim’ más pequeño y eficiente) esta vez darían un paso más allá apostando por meterle un chute de anabolizantes a su hardware.
Lógicamente la primera duda que asalta al consumidor es si con apenas dos años y medio de vida tanto PS4 como Xbox One se han quedado cortas y necesitan de este subidón. Vale, ya por 2013 no fueron pocos los que señalaron que habían nacido ‘desfasadas’ al contar con unas especificaciones de hardware a la altura de un PC de gama media, por lo que para muchos es lógico opinar que sí, que tanto la de Sony como la de Microsoft se han quedado cortas y necesitan de una ‘actualización’ si es que quieren estar a la altura de ‘lo que está por venir’.
Pero lo que está por venir no es un mero salto tecnológico a nivel gráfico como ocurre entre generación y generación. Seamos francos, aunque no hay color si tienes un PC Master Race, lo cierto es que la gran mayoría de los juegos actuales lucen de fábula en ambas consolas y no creemos que con un hardware superior pueda conseguirse un resultado que realmente marque distancias. Hablamos por lo tanto de la famosa realidad virtual, con toda una serie de dispositivos que o han aterrizado ya en las tiendas o van camino de hacerlo a lo largo de este mismo año. Por lo visto las actuales consolas, incluida la mismísima PS4 para la cual supuestamente han diseñado el casco PlaystationVR, serían incapaces de mover experiencias de realidad virtual profundas y complejas.
¿Hay algún otro motivo para acometer esta actualización? Sí, el ser capaces de soportar videojuegos a resoluciones4K. ¡Pero seamos serios! Si aún a día de hoy los 1080p no se han conseguido asentar en condiciones como estándar, cómo esperamos que lo pueda hacer el 4K, más aún cuando son minoría los que tienen en su casa una tele que soporte dicha resolución.
Por lo tanto, si quitamos una realidad virtual que aún tiene mucho –muchísimo que demostrar– y la inconsistente promesa de que la resolución 4K establecerá una nueva Edad de Oro para los videojuegos, ¿qué motivo nos queda para dar el salto a una nueva versión de nuestra consola actual? Nosotros sinceramente, no lo vemos.
Pero en vez de seguir por estos derroteros teóricos e ideológicos vamos a poner datos sobre la mesa, y en dicho sentido toca empezar por la que comenzó todo este berenjenal, la conocida hasta ahora como PS4.5, PS4K o PS4NEO. Por lo visto hablaríamos de una revisión de la actual PS4 que contaría con una mejora mínima de su CPU y una mejora más sustancial de su GPU, así como del ancho de banda de la RAM, de forma que podría alcanzar resoluciones 4K y servir de apoyo a Playstation VR.
Se abren entonces nuevas dudas en la cabeza del consumidor: ¿dividirá a la actual comunidad de PS4? ¿Ya no lanzarán más juegos para mi querida consola? Tranquilos, según parece Sony se habría puesto en plan Clint Eastwood obligando a las desarrolladoras y editoras a que todo juego de PS4 sea compatible con PS4 NEO y viceversa, lo cual por otro lado significa un curro extra y más gastos para los estudios de desarrollo.
Se comenta incluso que los juegos actuales de PS4 podrían recibir una serie de parches con el fin de aprovechar las mejoras de hardware de NEO. Es decir, que podríamos jugar en nuestra consola a The Witcher 3: Wild Hunt con una resolución que supere los 1080P y con mejores efectos visuales, casi casi –o no– como si jugáramos en un buen PC.
Los más puristas se toparán entonces con otra duda: si todos los juegos son compatibles para las dos consolas, ¿no tendrán cierta ventaja los usuarios de PS4 NEO al jugar online? Pues sí, a mayor resolución más fácil será verte asomar la cabecita por la esquina para volártela con un rifle de francotirador, y si se diera el caso de que el online de un mismo juego corre a 60fps en NEO frente a los 30fps de PS4, apaga y vámonos.
La última gran incógnita tiene que ver con la dichosa realidad virtual. Por lo visto, según los últimos rumores, PS4 NEO surge de la imperiosa necesidad de dotar a Playstation VR de un soporte en condiciones para poder ofrecer experiencias que vayan más allá de una mera demostración técnica. Es más, señalan que el lanzamiento de este casco en la PS4 original sería total y absolutamente catastrófico. De ser esto cierto dejaría en muy mal lugar a nuestra querida consola, pero en peor lugar aún a una Sony que nos prometió por activa y por pasiva que Playstation VR sería 100% compatible con la PS4 que tenemos en nuestros hogares.
Hablemos ahora de Microsoft, porque los de Redmond parecen llevar algo mejor esto de evitar filtraciones y las incógnitas son mucho mayores.
Teniendo en cuenta lo aparatoso que es modelo actual, sobre todo si lo comparamos con PS4, no somos pocos los que llevamos desde el mismo día de su lanzamiento esperando el anuncio de un modelo Slim. Sería algo así como ‘ey tíos, lo sentimos, es que nos pilló el toro y no nos dio tiempo a meter todo ahí dentro –la fuente de alimentación es casi tan grande como la propia consola–, pero aquí va la Xbox buena, la que sí podréis meter en vuestro salón sin tener que sacar el sofá al pasillo’.
Si a todo esto le unimos que cuando comenzaron a surgir los rumores sobre PS4 NEO el bueno de Phil Spencer, jefazo de Xbox, dijo por activa y por pasiva que One se iba a quedar tal y como estaba a nivel de prestaciones, parecía más que evidente que al menos hay una Xbox One Slim en camino, pero poco más.
Sin embargo durante las últimas semanas han surgido toda una serie de rumores sobre un nuevo modelo de Xbox One que sería similar e
incluso superior a PS4 NEO – ¡6 teraflops frente a 4,14! Se habla por lo tanto de todo un salto hacia adelante para Microsoft, de una apuesta de peso por ofrecer un hardware superior al de su rival a ver si de esta forma recupera la ventaja perdida a nivel comercial. Todo un puñetazo sobre la mesa, vamos.
Pero, ¿para qué? Es cierto que la One actual por norma sufre más que PS4 a la hora de mover juegos a 1080p. Famosos son los casos de títulos que en One funcionan a unos extrañísimos 900p o 920p a bien de no ‘saturar’ su hardware y hacer que el juego no vaya a pedales, pero seamos francos, tampoco creemos que necesite de un chute tan potente. Así que sólo podría comprenderse esta decisión atendiendo a uno o varios de estos motivos:
A: La eterna –y cansina– lucha por ver quién la tiene más grande.
B: Como en el caso de Playstation VR, la realidad aumentada de Hololens exige mucho más de lo que nos venían contando.
C: Microsoft también quiere sumarse al carro de la realidad virtual.
Dando por hecho la opción A, pasemos a argumentar la B y la C. Microsoft siempre ha dicho que la realidad virtual, pese a ser ‘interesante’, estaba fuera de su campo de trabajo, puesto que ellos prefieren darle duro a la realidadaumentada ofrecida por su propio juguetito, el espectacular Hololens, unas gafas que nos permiten convertir nuestro salón en un escenario virtual pudiendo disfrutar de videojuegos, consultar información en tiempo real o simplemente ver la tele como nunca lo hemos hecho hasta ahora. Hololens ha nacido supuestamente para ser 100% compatible con PC y Xbox One.
Ahora bien, ¿seguro que ‘pasan’ de la realidad virtual? Los últimos rumores apuntan a que los de Redmond habrían hecho migas con Oculus VR, empresa responsable del casco de realidad virtual Oculus Rift, de forma que no sería una mera ‘casualidad’ que al comprar Oculus Rift recibas un mando de Xbox One para jugar.
Los de Microsoft habrían pensado en un acuerdo más profundo que incluya la compatibilidad de Oculus con su consola, algo más que jugoso si tenemos en cuenta que Oculus Rift nació como el pionero moderno de la realidad virtual y que ya hay centenares de desarrolladores trabajando en videojuegos, aplicaciones y experiencias para este dispositivo. Además, y no por ello menos importante, ¡en Microsoft se ahorrarían el pastizal de tener que asumir el desarrollo de su propio dispositivo! Vamos, un negociazo redondo.
Pero claro, si supuestamente la PS4 actual no puede con la realidad virtual de Playstation VR, supuestamente inferior a la ofrecida por Oculus Rift, imaginad a la actual Xbox One sirviendo de apoyo a Oculus. Más de una consola saldría ardiendo con sólo enchufarla a la red eléctrica. Es por todo esto que a los de Remond se les habría ocurrido lanzar una ‘revisión’ de su actual consola, un modelo conocido por ahora como Xbox One Two –no es coña– o Xbox One Scorpio –tampoco es coña–.
Por lo tanto esto es lo que tenemos hasta ahora: rumores, muchos rumores. Eso sí, son tantos que es inevitable pensar que ciertamente tanto Sony como Microsoft preparan el anuncio de nuevas versiones para sus actuales consolas. Lo de que PS4 NEO existe es algo que ya todos damos por hecho, y si Sony realiza un movimiento así, pese a resultar a todas luces arriesgado, es lógico pensar que Microsoft no se va a quedar atrás en una suerte de si tú te tiras yo me tiro.
Pero tranquilos, aún no vendáis vuestra consola en Wallapop no vaya a ser que os llevéis un chasco. Mejor esperad sentados a ver qué nos cuentan en el
E3 2016, la feria de videojuegos más importante del mundo que como todos los años se celebrará a mediados de junio en Los Ángeles y que, también como todos los últimos años, podréis seguir al dedillo desde la
sección exclusiva que hemos creado para la ocasión.